Qué es la metodología de la investigación

Es una disciplina de estudio que tiene por objeto de análisis a los propios métodos que utilizan las disciplinas científicas para generar teorías.

Por lo general se confunde la metodología con un recetario de normas que debe seguirse ritualmente, tampoco constituye un saber de corte filosófico. En realidad esta es producto de la reflexibilidad de la misma ciencia. La metodología como disciplina es un cuerpo sistemático de conocimiento. Esta describe, valora y en cierto modo prescribe un conjunto de reglas, procedimientos y criterios que el investigador debe considerar para validar conocimientos. Se trata de un saber que posee contenido empírico que son los métodos de producción de conocimiento utilizados en el campo científico.

Temas   centrales   del   saber   metodológico

  • Estudio y evaluación de las relaciones entre los cuerpos teórico disponibles.
  • Evaluación de las relaciones entre los cuerpos teóricos disponibles, la evidencia empírica de los fenómenos estudiados y las actividades que involucran el método por el cual se relacionan ambo tipos de información.

La metodología provee reglas que el investigador debe tomar como criterios y normas para conducir el proceso de investigación, reglas para interpretar las observaciones y reglas para obtener conclusiones

¿  Cuál   es   el   rasgo  particular   de   la   metodología   de  la  investigación ?

  • Son desarrollos teóricos que son realizados por los mismos científicos al investigar en sus campos disciplinares
  • Muchos de los conceptos metodológicos son productos de la reflexión de físicos, biólogos, sociólogos, psicólogos, astrónomos, que deben generar estrategias metodológicas particulares según las características del objeto de estudio
  • Estos conocimientos mencionados se generan al extrapolar métodos de investigación de otros campos de conocimiento, para lo cual se debe justificar su uso y sus adaptaciones.
  • Muchos desarrollos teóricos son producto de la invención de nuevos procedimientos o técnicas para observar fenómenos.

Es importante resaltar que la metodología  por lo tanto es un saber que se va modificando en relación con la aparición con nuevas técnicas, de nuevos instrumentos, de nuevos modelos conceptuales y de modos innovadores de indagar los fenómenos de la realidad. Siguiendo el delineamiento de Kaplan (1964), concuerda con la idea de que la metodología de la investigación es el estudio, la descripción, explicación y justificación de los métodos utilizados por los científicos para producir nuevos conocimientos.

La  investigación  como  modalidad  de  conocer

En la sociedad de la información actual nos manejamos con múltiples tipos de saberes provenientes de diferentes fuentes. Estos conocimientos nos sirven para describir, explicar y actuar sobre el mundo que percibimos. Podemos ordenar los estímulos sensoriales que recibimos en la percepción gracias a los esquemas que nos ofrecen los conocimientos. Es decir, son los saberes los que ordenan y dan sentido a lo que captamos a través de la vista, el oído, el olfato, etc.

Es necesario comprender que estamos atravesados y construidos (intelectualmente) por diferentes tipos de saberes; utilizamos conocimientos científico-tecnológicos, conocimientos de sentido común, conocimientos mítico-religiosos, etc. Pero aquí es necesario aclarar que estos no se encasillan en bloque y funcionan aisladamente sino que se superponen e interactúan entre sí configurando nuestro modo de pensar individual.

El  conocimiento  de  lo  real

Nuestra posibilidad de tener una experiencia del mundo se basa en la capacidad de conocerlo. Todo lo que sabemos sobre la realidad es producto de la actividad cognitiva que realizamos. El conocimiento que tenemos de las cosas no es producto de ninguna iluminación o revelación, sino que es el resultado de una acción intencional por medio de la cual captamos las características de los hechos, fenómenos y acontecimientos que conforman lo que llamamos realidad. Definimos el acto de conocimiento como la interacción que se entabla entre un sujeto cognoscente, un sujeto pensante, que tiene una disposición activa y permanente, cual facilita la adaptación al mundo y por otro lado un objeto cognoscible. Entonces  conocer supone una acción intencional de comprensión de la realidad por parte del sujeto. El ser humano necesita  necesitamos saber de qué está hecho nuestro mundo, cómo funciona, por qué funciona, cuál es su fin. Estos interrogantes movilizan el deseo de descubrir la realidad y entenderla.

Cuando hablamos de objetos cognoscente no solo hablamos de  hechos, fenómenos, acontecimientos y procesos que ocurren en el mundo físico, sino también de aquellos que pertenecen al mundo socio-cultural e incluso en el propio mundo interno de nuestros pensamientos, emociones, sensaciones (los fenómenos psicológicos).

Ahora bien, ¿Qué se entiende cuando hablamos de real y realidad?. Por un lado las ciencias psicológicas han mostrado que captamos lo real a través de los “filtros” de nuestros saberes y nuestros esquemas mentales, es decir, llegamos a creer que lo que vemos, oímos y experimentamos sensitivamente es lo real, porque coincide con los esquemas mentales en los que fuimos socializados y educados. Pero esto no quiere decir que no exista una realidad objetiva, que hay un mundo real que discurre, independientemente que lo conozcamos o no. Entonces  Interpretamos como “real” aquello que observamos, pero cuya comprensión nos la da las concepciones que sostenemos, y que es particular de cada individuo.

Todo objeto de conocimiento (incluidos los fenómenos naturales) es parte de un contexto cultural, de una época y de una sociedad determinada. No existen fenómenos o hechos “reales” desanclados, pues su característica esencial es que son objetos situados, es decir, que portan sentido en contextos determinados. Lo “real” no es sólo lo observable sino que también implica la forma en que nos re-presentamos lo observable, lo cual se encuentra influido por los acontecimientos históricos y culturales. Los objetos de conocimiento no son estáticos, sino que son dinámicos y están en permanente transformación y resignificacion.

Otro elemento a tener en cuenta en esta reflexión es que la interacción entre el sujeto cognoscente y los objetos de conocimiento se ve mediada por la disponibilidad de diversos lenguajes que hacen posible el pensamiento (como actividad intelectual) y constituyen el medio de expresión y transmisión del saber. Mediante los diferentes lenguajes podemos re-presentar los objetos de conocimiento (en el sentido que podemos hacerlos presente  independientemente de la experimentación sensorial), reconstruir la realidad (en el sentido de comprender cuáles son sus elementos constitutivos y los procesos dinámicos y estructurales) y compartir el conocimiento de la realidad. El acto de conocimiento supone construir, reconstruir y deconstruir el mundo del cual formamos parte.

Modos  de  conocer  lo  real  y  tipos  de  conocimiento

Cuando adoptamos cualquier conocimiento, lo hacemos porque éste nos ofrece garantía de verdad. Es decir, nos lleva a la creencia de que lo que pensamos, sentimos y actuamos en relación con el mundo es verdadero. Esto nos aleja justamente de la angustia y desesperación que acarrea la incertidumbre. A lo largo de la evolución cultural se ha establecido la existencia de diferentes modos de interacción del sujeto con los objetos de conocimiento. En la actualidad se considera a estos modos de conocimiento como diferentes aproximaciones a lo real, sin que ello implique la supremacía de unos sobre otros. Si bien el conocimiento científico es el que goza de más prestigio en la cultura contemporánea, los otros tipos de conocimiento coexisten y se yuxtaponen con él.

En tanto miembros de una cultura, disponemos de diferentes saberes tales como

Conocimiento vulgar o de sentido común: Es un modo de conocer que es adquirido en el proceso de socialización y que hace que cada grupo humano despliegue modos particulares de explorar la realidad. Es un modo de conocer espontaneo y corriente. Se obtiene a partir de las vivencias, las emociones de la vida diaria y las percepciones sensoriales que recibe el sujeto en las actividades que realiza habitualmente.

La base de este conocimiento es la observación de los fenómenos y el establecimiento de ciertas regularidades a partir de sucesivas pruebas de ensayo y error. Por ejemplo medicinas naturales.

Este tipo de conocimiento está muy ligado a las prácticas de los sujetos y nos permite tener “ideas previas” o “teorías de sentido común. Una limitación del  conocimiento de sentido común es su superficialidad, es decir que se conforma con lo aparente o, mejor dicho, se basa en lo aparente. El criterio que puede aducir de su validez es el de la experiencia sensitiva, por ejemplo podemos escuchar en las personas decir  “es así porque lo veo” y el del aprendizaje social “es así porque así me lo enseñaron y me dijeron que así era”.

Posee un carácter  subjetivo en la medida en que es el propio sujeto el que organiza las experiencias y realiza generalizaciones y conclusiones sin atender a reglas o normas estandarizadas.

El conocimiento mítico-religioso: Este tipo de saber Implica un modo de conocimiento que parte de una Verdad externa a la realidad observada y de la que se deducen todos los fenómenos constitutivos de lo real. Tiene una pretensión totalizante, en tanto que subsume la explicación de todos los fenómenos en la verdad de sus principios. Es decir, posee un carácter dogmático porque sustenta su validez en la autoridad del dogma y de quien lo transmite y es verdadero por la autoridad que emana de las fuentes que revelan la verdad (la Biblia, El Corán,  el I Ching, por citar las más famosas) o la autoridad de los intérpretes de esas fuentes (los sacerdotes, chamanes, sacerdotisas, gurúes).

El conocimiento mítico-religioso muchas veces puede contradecir la lógica, en el sentido que se cree que es verdad algo que lógicamente no es posible.

Este tipo de conocimiento no requiere la contrastación empírica de sus verdades ya que muchos de sus postulados pueden ser indemostrables empíricamente. El sujeto debe adherir emocionalmente a la creencia y aceptar la verdad intrínseca en ese saber revelado.

Este tipo de saber supone la adhesión afectivo/emocional del sujeto a una Verdad que se presenta a sí misma como evidente y absoluta y que no requiere la demostración de sus afirmaciones.

El conocimiento científico: Es un modo de producción de conocimiento relativamente nuevo en la historia de la humanidad. Es producto de la actividad intelectual de naturaleza racional mediante la cual se contrastan modelos sobre el fenómeno bajo estudio con algún tipo de evidencia empírica, mediante sucesivas operaciones de demostración y prueba (lógica o empírica). Para ser aceptado como verdadero este tipo de conocimiento requiere la correspondencia de los argumentos con una evidencia externa; correspondencia que sea admisible tanto lógica como empíricamente.

En algún sentido, el conocimiento científico es producto de una serie de reglas a las que debe someterse el sujeto que desee conocer la realidad utilizando esta modalidad del conocer.

El conocimiento científico busca trascender los fenómenos tal como se nos aparecen a través de los sentidos para tratar de captar la causalidad latente que subyace en los hechos, buscando elaborar modelos conceptuales descriptivos, explicativos y/o comprensivos acerca de la realidad.

Fuente: Técnicas para investigar. «Recursos metodológicos para la preparación de proyectos de investigación». Vol. I. José Alberto Yuni Claudio y Ariel Urbano.