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Este es un resumen de los autores Urbano y Juni donde mencionan que cuando investigamos, debemos tener en cuenta que la misma es un proceso complejo, introspectivo y reflexivo sobre aquello particular que vamos a indagar; y para nosotros como profesionales resulta una experiencia difícil e inquietante donde se pone en juego nuestra creatividad y originalidad.
Aprender a investigar y llevar adelante dicho proceso, requiere de una formación científica, es decir, que no solo se domine conceptos teóricos del campo científico en que se realice la práctica sino ser capaces de genera nuevos conocimientos científicos.
La formación científica le permite al sujeto poder dar una mirada crítica y reflexiva en relación a una evidencia basada en argumentos evitando muchas veces de esta manera el dogmatismo.
Es por ello que con el presente escrito buscamos poder enseñar a quienes están adentrándose en este mundo de la investigación científica a utilizar herramientas que le posibiliten a desplegar sus destrezas intelectuales y estrategias cognitivas adecuadas, que ayuden a captar aquellos fenómenos que interesan. Donde el conocimiento y aplicación de los procesos de selección y evaluación de la información y los datos resultan importante en la tarea científica.
Ahora bien, la metodología de la investigación permite conocer y comprender los métodos de los cuales se vale y que resultan imperiosos en el sustento a sus afirmaciones, alcances y limites en relación al mundo real investigado.
Desde este escrito pretendemos proporcionarle al lector, un pequeño “auxilio” que le ayude a resolver los requerimientos del método científico. Partiendo de que dicho escrito gira entorno a la idea que la metodología de la investigación científica es un campo de saber especializado en el estudio de los métodos que se utilizan en la ciencia para aportar “conocimiento valido”; decimos que existen distintos modos científicos de reconstruir lo real, todos válidos, mientras se respeten los criterios de una investigación.
En este escrito no se pretende presentar como “El método Científico” al Método Hipotético-Deductivo, ya que este, es solo una de tantas versiones más nombradas en los libros de metodología. Es por esto que al brindarles diversidad en cómo llevar a cabo la elaboración de proyectos, tesis, informes de trabajo, etc; teniendo en cuenta los distintos criterios y normas; buscamos que logren aprender y tener una orientación básica y profunda en cómo empezar dicho proceso o bien ser analistas críticos y fundamentados de la producción científica de su campo disciplinar.
Primero desarrollaremos algunos conceptos básicos del quehacer científico del proceso de investigación; tales como LA DELIMITACION Y LA CONCEPTUALIZACIÓN DEL PROBLEMA, LA FORMULACION DE OBJETIVOS, LAS ESTRATEGIAS PARA LA REVISION DE ANTECEDENTES Y LA FORMULACION DE HIPOTESIS; esto constituye la Dimensión Epistemológica del trabajo de investigación.
En segundo lugar apuntaremos a la realización de diseños de la investigación, la selección y la construcción de instrumentos de recolección de datos, el muestreo y aspectos generales de la redacción científica.
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACION CIENTIFICA ¿Qué es?
Sin ánimos de tomar tal escrito como recetario, proponemos clarificar en esta primera parte, conceptos básicos y errores comunes que muchas veces se comete durante el proceso de la investigación científica; la cual debe ser tomada como producto de la reflexividad de la misma ciencia.
Podemos abordar la misma desde dos puntos; por un lado la teoría metodológica como algo discursivo y analítico teóricamente hablando y por otro, presentada como una receta e indicaciones operativas que se deben seguir en las prácticas científicas.
Podemos decir que la metodología de la investigación es la teoría o ciencia del método, es un saber, una meta-disciplina cuyo método son las distintas disciplinas científicas para generar teorías. La metodología es un cuerpo sistemático de conocimientos y al igual que la epistemología (que estudia las teorías científicas), es una disciplina meta-teórica porque toma como objeto de conocimiento a la ciencia; la metodología de la investigación científica, aspira a comprender los procesos de investigación desarrollados en el ámbito de la ciencia y tiene por objeto de análisis a los propios métodos que utilizan las disciplinas científicas.
Citando a Samaja, quien expone que “metodología” hace referencia al estudio de las reglas y normas que ordenan procedimientos de investigación con valores cognoscitivos entiéndase como la claridad, coherencia, originalidad, etc; es decir, que la metodología para ser validada científicamente debe seguir ciertos valores, normas, reglas y procedimientos. Es por ello que consideramos pertinente agregar lo que el autor, Klimovsky expresa en relación al objeto de estudio de la metodología de la investigación; considerándola como esa búsqueda de estrategias para incrementar el conocimiento científico.
Ahora bien, el estudio y la evaluación de las relaciones entre lo teórico disponible; la evidencia empírica de lo estudiado y las actividades que involucra el método por los cuales se relacionan con ambas informaciones obtenidas; son temáticas fundamentales del saber metodológico.
De esta manera se analiza y esclarece los fundamentos teóricos de los métodos utilizados para producir conocimiento y desde allí se marca los procedimientos aceptados como válidos por la comunidad científica; ya que esto le posibilita al investigador poder conducir el proceso de investigación con criterios, normas y reglas para interpretar observaciones y obtener conclusiones.
La metodología es un saber que se va modificando a medida que se utilizan nuevas técnicas, instrumentos, conceptos, etc; es decir, los métodos de cada disciplina se sistematiza a través de la investigación disciplinar específica y se incorpora a los nuevos saberes de la metodología de la investigación para asegurar la producción del saber científico.
La metodología es un saber que posee un contenido empírico, que son métodos utilizados en campo científico y se encarga de describir, explicar y comprender las operaciones de la investigación científica; justificando y descubriendo los nuevos conocimientos científicos. Tales operaciones cuenta con elementos lógicos como el razonamiento e inferencias y observaciones que incluyen registros, mediciones y miradas de la realidad.
Aquí vemos la importancia de señalar que el conocimiento con que contamos y vamos adquiriendo desde los distintos ámbitos de los que formamos parte como seres humanos, tanto como el científico, el tecnológico, religioso, el del sentido común, etc; muchas veces no se encuentran tan delineados como nos gustaría; al momento de trabajar, ¿Qué queremos decir con esto?, que tales factores contribuyen al momento de elaborar y llevar a cabo nuestro proceso de investigación científica y para evitar cometer errores durante el proceso de investigación, resulta primordial, tener en claro como esos conocimientos van formando nuestro estructura y pensar individual para esclarecer tales puntos al momentos de trabajar en una temática específica y científica.
Por un lado decimos que conocer es una acción intencional de comprensión de la realidad por parte del sujeto, el cual dispone de herramientas culturales, de lenguaje, conceptos, etc; provistas por su contexto social; donde esto a su vez estructura el esquema mental y la percepción en como filtramos “lo real”; es decir llegamos a creer que todo lo que vemos, oímos y experimentamos sensitivamente, es lo real, porque coincide con los esquemas mentales aprendidos.
Seguramente se preguntaran entonces, ¿Cómo nos despojamos de tales impregnaciones establecidas? ; es obvio que eso no podemos borrar, ni desaparecer; por eso lo que si podemos hacer es atender a tales juicios de valor y percepciones despojadas de preconceptos deterministas.
Y las teorías tienen por función ordenar la percepción de los datos que nos provee la realidad permitiéndonos describir, analizar, explicar e interpretar la información que se presenta como la “realidad”. Cada teoría tiene un núcleo de lo que puede preguntarse de la realidad y cuenta con un marco de referencia para abordar una parte de ella.
Debemos entender que todo objeto de conocimiento es parte de un contexto, de una época, cultura y sociedad determinada; los cuales portan un significado. Lo “real” no es solo lo observable sino también es cómo nos re-presentamos eso observable atravesado por una historia, cultura, etc; cargado de significaciones, re-significaciones y de constantes transformaciones a través del tiempo.
Nos aferramos a un conocimiento porque nos ofrece garantía de algo verdadero.
Como mencionamos más arriba, hablamos de distintos tipos de conocimiento; entre el más prestigioso en la sociedad contemporánea se encuentra el científico, pero existen otros que se arriman al mismo. Por ejemplo las creencias religiosas, las ideologías que muchas veces obstaculizan o posibilita el desarrollo de teorías u descripción de los fenómenos de la naturaleza.
Cuando dijimos que formamos parte de una cultura y sociedad con reglas, creencias, significaciones, etc. que estructuran nuestra forma de ver, pensar y actuar; también nos referíamos a que forman parte de este pre-concepto; la conformación en nosotros de un conocimiento vulgar o de sentido común; el cual es un modo común y espontáneo de conocer a través del proceso de socialización de generación en generación; desarrollando modos particulares de ver la realidad.
Dicho conocimiento se basa en la observación de fenómenos y sucesivas pruebas de ensayo y error pero que resulta tambaleante en su falta de argumentos y superficialidad, es decir, se basa en lo aparente y lo subjetivo, donde es el propio sujeto el que organiza las experiencias y realiza generalizaciones y conclusiones sin atender a normas y reglas estandarizadas.
También podemos mencionar el conocimiento religioso cuya pretensión es totalizante ya que subsume la explicación de fenómenos en la verdad de sus principios, por ende tiene un carácter dogmático y su fuente que revela la verdad es la biblia o sus intérpretes como sacerdotes, etc. Muchas veces este conocimiento puede contradecir la lógica, puede relativizar los datos que se obtienen de los sentidos calificándolos como ilusorios, engañosos, etc; este tipo de conocimiento no requiere de la pruebas empíricas de sus verdades, ni consistencia lógica.
Aquí denotamos una adhesión afectivo-emocional por parte del sujeto a una verdad sustentada en si misma que no requiere de demostraciones.
Sin embargo, cuando hablamos de conocimiento científico hablamos de una combinación de componentes teóricos (conceptos y preposiciones teóricas) y empíricos (datos), de formar articulada y coherente, que cuenta con conceptos y modelos teóricos que se sustentan en hechos empíricos que sustentan lo expuesto teóricamente. El conocimiento científico es producto de la actividad intelectual de un ser racional y para que tal conocimiento sea validado debe cumplir con las normas prestablecidas que hacen a la cientificidad del conocimiento, como por ejemplo; la evidencia empírica, demostraciones, pruebas, etc.
El Conocimiento Científico
Entonces, ¿cómo se configura un conocimiento científico? , pues como un conjunto organizado y estructurado de conceptos, teorías, leyes y generalizaciones. Hay dos características que se le exigen para que el conocimiento sea objetivado como científico; por un lado que es el conocimiento científico es producto de un proceso sistemático entre lo teórico y los datos empíricos obtenidos de la realidad, ofreciendo pruebas empíricas, lógicas, matemáticas, etc. Y por otra parte para obtener un conocimiento científico hay que seguir una serie de procedimientos que evalúen su validez y aplicabilidad.
Pero, también debemos tener en cuenta que un conocimiento científico es racional ya que se da por medio del uso de la razón humana, sus habilidades cognitivas, por uso ordinario y sistemático de análisis, síntesis, comparaciones, deducción, inferencias e interpretación complementados con demostraciones, pruebas empíricas.
Dicho conocimiento se caracteriza por ser un saber verificable, ya que los conceptos y enunciados teóricos son constatados con hechos y fenómenos empíricos, los cuales deben resistir a la prueba de verificación de datos de la realidad.
Se dice que es a su vez que es un saber metódico, el conocimiento científico porque se apoya en el cumplimiento de las prescripciones metodológicas. El método científico aporta herramientas para generar conocimientos, criterios y procedimientos para justificarlos, debe alcanzar validez y confiabilidad. Aquí combinamos la reflexión permanente, la observación/experimentación y la interpretación de los datos obtenidos.
El conocimiento científico es un saber sistemático y falible; el primero porque los conocimientos poseen una estructura y cuerpo que guardan relaciones lógicas y metodológicas entre sí, es un todo que articula diferentes partes; y es falible porque ningún conocimiento científico es definitivo y no está exento de error y cuando se expone un modelo conceptual más satisfactorio que el modelo conceptual anterior, y va de la mano con evidencia empírica; entonces se abandona el modelo anterior.
La fabilidad se asienta sobre la base el reconocimiento de los límites del componente conceptual y de los procedimientos vinculados para obtener los referentes empíricos. De este saber falible se derivan otros rasgos como que es un saber provisorio, refutable y transitorio. Es un saber que trata de establecer regularidades en los fenómenos, donde el conocimiento científico pretende ser un conocimiento universal, es decir, que sus postulados tengan alcance general aunque se construyan sobre evidencias singulares, intentando describir los fenómenos para luego comprender las relaciones invariantes que aparecen en ellos. No solo describe la realidad sino que trata de determinar las conexiones que se presentan entre los hechos, es decir, pretende descubrir leyes causales, intrínsecas a los fenómenos.
Leyes Científicas
El saber científico aspira a la formulación de leyes científicas con capacidad descriptiva, explicativa y predictiva. Y por último, el conocimiento científico también por un lado un saber que busca objetividad, por otro pretende ser exacto y ser un saber comunicable.
Busca objetividad porque el investigador intenta objetivar los fenómenos a través de la teoría y los métodos de la investigación, aunque esto no implique neutralidad por parte del científico, ya que esta se encuentra plegada de teorías, valoraciones científicas y personales del investigador, además como en el acto de conocer también hablamos de esquemas mentales y pensamientos estructurados, la subjetividad y perspectiva del investigador se pone en juego durante el proceso investigativo; pero la objetividad se alcanza por medio de la intersubjetividad; la cual consiste en explicitar los supuestos acerca del fenómeno y que aplique diferentes procedimientos que se llama “vigilancia epistemológica”. Es la comunidad científica que a través de mecanismos de evaluación del conocimiento generado, determinan si la perspectiva del investigador distorsiona o no, la elaboración del modelo conceptual.
Además se dice que pretende ser exacto porque se relaciona con la validez en la medida que coincida con los fenómenos progresivamente y con la fiabilidad porque los procesos de reducción de sesgos y distorsiones, son la base de lo que depende la calidad de la evidencia.
Y por último es un saber comunicable porque privilegia el lenguaje escrito como formalización de los modelos conceptuales y depende de ciertas convenciones científicas. La precisión, es condición para la replicación de los procesos de investigación, para la acumulación y sistematización de los hallazgos.
Resumen completo del libro
El libro «Técnicas para Investigar» de Urbano y Juni es un manual de metodología científica que se utiliza como guía para aprender a llevar a cabo una investigación científica de manera adecuada. El libro se divide en dos partes: la primera se centra en la planificación y organización de la investigación, mientras que la segunda parte se centra en la ejecución y análisis de los datos.
En la primera parte, se explica cómo elegir un tema de investigación, cómo formular una hipótesis y cómo diseñar un plan de investigación. También se abordan temas como la selección de la muestra y la recopilación de datos, así como la importancia de la ética en la investigación.
La segunda parte del libro se centra en la ejecución y análisis de los datos, proporcionando una guía detallada sobre cómo llevar a cabo pruebas estadísticas y cómo interpretar los resultados. También se incluyen capítulos sobre cómo redactar y presentar un informe de investigación y cómo realizar una revisión de la literatura.
En resumen, «Técnicas para Investigar» es un libro útil para cualquier persona interesada en llevar a cabo una investigación científica de manera adecuada, proporcionando una guía detallada y fácil de seguir para planificar y llevar a cabo una investigación, así como para analizar y presentar los resultados.